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Y tú, ¿cómo respiras?

Algunas pautas dirigidas a personas con cáncer

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¿Has reparado alguna vez en tu respiración? Respirar bien, de forma lenta y profunda, mejora nuestro estado físico, mental y emocional, por eso la respiración es una parte esencial del yoga. En este post te explicamos sus beneficios y algunas de las técnicas indicadas para personas con cáncer. También incluimos un audio con una práctica al final del texto.

Se dice que aprender a respirar bien es aprender a vivir. Este acto que realizamos desde que nacemos de forma natural y casi siempre mecánica, nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida. Es clave para el funcionamiento de nuestro cuerpo y es la llave que nos abre la puerta a estados de mayor calma y bienestar. Por eso es tan importante aprender a respirar correctamente.

En las sesiones de Yoga Oncológico, la respiración ocupa una parte esencial, ya que nos ayuda a regular el sistema nervioso, pero no todas las técnicas de control respiratorio (pranayama) que nos ofrece el yoga son adecuadas para todos los casos oncológicos, incluso algunas de ellas están contraindicadas. Por eso es importante practicar con profesionales que conozcan nuestro caso y sepan adaptar la sesión de yoga de forma adecuada a nuestra situación.

Beneficios de una respiración adecuada

La respiración es nuestra principal fuente de energía. Respirar por la nariz de forma lenta y profunda aumenta la cantidad de oxígeno en sangre, favorece el proceso digestivo, el correcto funcionamiento del corazón y de la circulación sanguínea, y produce una relajación muscular, lo que nos induce a sentirnos más calmados y serenos.

La forma en la que respiramos influye además en nuestro cerebro. Según la neurociencia, la manera en la que respiramos influye en la atención, memoria y gestión de las emociones. Respiramos, de media, entre 12 y 20 veces por minuto. Cuando hacemos de nuestra respiración un acto consciente y respiramos por la nariz de forma más lenta, ganamos en consciencia corporal, incidimos en nuestras funciones cognitivas y favorecemos un mejor manejo de nuestras emociones.

La respiración es la única función vital que podemos controlar de forma voluntaria y es la que nos permite conectar cuerpo y mente. Si respiramos de formalenta, rítmica y profunda mejora nuestra salud física y mental. Así entra en funcionamiento el sistema nervioso parasimpático, que además de ser el encargado de las funciones de recuperación y regeneración de nuestro organismo, produce un estado de bienestar: ayuda a reducir la ansiedad, el cansancio, el estrés, mejora el estado de ánimo y aporta calma y armonía. Profundizamos en la relajación cuando el tiempo en el que espiramos es más largo que el de la inspiración.

En la práctica del yoga existen técnicas enfocadas a la relajación, al equilibrio y a la activación. A través de estas prácticas de respiración podemos transitar de un estado emocional a otro. Pero, como señalábamos al inicio, no todas están indicadas para casos oncológicos.

Técnicas de respiración en el Yoga Oncológico

En las sesiones de Yoga Oncológico, proponemos la práctica más adecuada a la situación física, mental y emocional de la persona en ese momento. La respiración es una herramienta clave de la sesión, porque además de los beneficios ya mencionados, nos ayuda a anclarnos en el momento presente.

Aquí puedes ver algunos ejemplos de las técnicas que utilizamos, aplicándolas siempre de forma suave y proponiendo las adaptaciones que sean necesarias en cada caso. Recuerda que la práctica ha de ser agradable para ti:

  • Respiración en tres partes. Favorece la relajación, nos conecta con nuestro cuerpo y ayuda a regular la temperatura corporal. Al final de este post encontrarás un audio en el que te guiamos en esta práctica pensada para fomentar una respiración completa.
  • Respiración con efecto calmante: consiste en inhalar por la nariz y exhalar más largo por la nariz o por la boca (esto último si necesitas liberar tensión). Se puede realizar colocando una mano en el pecho y otra en el abdomen para concentrarse mejor en la respiración. Si te ayuda, puedes contar mentalmente cuánto dura tu inhalación y cuánto dura tu exhalación, haciendo ésta más larga. Por ejemplo, inhalando cuenta hasta 4, exhalando 6.
  • Respiración cuadrada: consiste en inhalar, retener el aire con los pulmones llenos, exhalar y retener en vacío, dedicando el mismo tiempo a cada fase de la respiración. Establecemos un tiempo adecuado igual para cada fase y la practicamos siempre que sea indicada para la situación física y emocional de las personas presentes. Hay que tener en cuenta que retener el aire puede ser una práctica contraindicada en algunos casos, por ejemplo para mujeres embarazadas, personas con problemas con la presión arterial o el corazón, o aquellas con dificultad respiratoria como en casos de cáncer de pulmón.

No todos los pranayamas del yoga son adecuados para casos oncológicos. Están contraindicadas, por ejemplo, las prácticas de hiperventilación y, en general, la expulsión enérgica del aire, esta última de nuevo especialmente para personas con cáncer de pulmón.

Para practicar yoga y hacer ejercicios de respiración adecuados, busca siempre a profesionales que sepan adaptar las clases a personas con cáncer.

Te dejamos un audio para que puedas practicar en casa. Si te sientes incómoda/o tumbado/a, también puedes hacer este ejercicio sentada/o. Nos encantará leerte en comentarios.

Raquel Rodríguez, profesora de Yoga Oncológico

4 comentarios en “Y tú, ¿cómo respiras?”

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