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¿Puede una persona con cáncer recibir masajes?

Paciente oncológico recibiendo un masaje en la pierna
Está bastante extendida la idea de que las personas con cáncer no pueden recibir masajes. Hay quien afirma, incluso, que puede favorecer la metástasis. ¿Qué es cierto y qué no?

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No vamos a esperar hasta el final de este post para desvelar si es recomendable que una persona con cáncer puede recibir masajes o no. Como respuesta rápida podríamos decir: ‘sí, pero’. Es decir, sí, pero no cualquier tipo de masaje. “Un masaje estándar puede dejar hecha polvo a una persona con cáncer. Estar en una camilla ya cansa. Y si la persona siente fatiga o ha pasado por una cirugía, una extracción de ganglios o quimioterapia necesita, en primer lugar, que nos adaptemos a su estado concreto, físico y emocional”. Montse García y Montse Espejo son especialistas en masaje oncológico y conocen muy bien las consideraciones necesarias para ofrecer un masaje a una persona con cáncer. A ellas hemos recurrido para desmontar falsos mitos en torno a los masajes y para conocer más sobre lo que puede resultar conveniente y beneficioso.

¿Qué es lo primero que hay tener en cuenta?
“Es necesario crear un espacio de seguridad y de tranquilidad, y para ello tenemos que conocer el caso concreto de cada persona para personalizar y adaptar el masaje”, afirma Montse García. Esta personalización empieza con un análisis detallado (anamnesis) que permita conocer desde los tratamientos hasta el nivel de fatiga de cada persona. Por ello, es preciso que la/ el profesional que ofrezca el masaje tenga conocimientos específicos sobre la enfermedad y los tratamientos que está recibiendo, y sepa empatizar con el estado físico y la situación que está atravesando una persona con cáncer. “Es importante, por ejemplo, explicar antes que vas a hacer, precisamente para crear esa confianza y ese entorno de seguridad, para no generar más estrés. La enfermedad ya supone, de por sí, un exceso de información y una sensación de pérdida de control. Cuanto más claro esté todo, mejor”, continúa Montse Espejo. Lo ideal es recurrir a un/a profesional que se haya especializado en masaje oncológico.

¿Qué es el masaje oncológico?
“Es un tipo de masaje enfocado a ofrecer bienestar a la persona, estaría en la línea del masaje neuro-sedante y se centra en dar fricciones largas, en contacto completo con la mano. Es un masaje muy lento, sin cambio de ritmos, que moviliza la piel y, sobre todo, las fascias más superficiales”, explica Montse G. “El subtítulo que tiene el masaje oncológico es el tacto compasivo. Es como si estuviésemos abrazando a esa persona continuamente”. Este tipo de masaje busca ofrecer bienestar y “consolar el dolor”. “Vamos a aliviar la sensación de dolor, no a curarlo, pero sí podemos consolarlo, acompañarlo”.
Además del bienestar que procura este tipo de masaje suave y agradable, consiguiendo que la persona se pueda evadir y relajar durante la sesión, tiene la particularidad de que sus beneficios pueden experimentarse en cualquier fase de la enfermedad, desde el diagnóstico o los tratamientos, pasando por la recuperación y la fase de paliativos. En países como Australia, se trabaja dentro de los hospitales para acompañar la fase final de vida con masaje oncológico. Asimismo, resulta muy interesante para trabajar las cicatrices, permitiendo recuperar una mayor sensibilidad al movilizar las fascias.

¿Existen estudios sobre beneficios del masaje oncológico?
Pocos, pero existen. El Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, un centro de referencia mundial, realizó un estudio con 1.200 personas y los resultados evidenciaron una mejora de la fatiga, el dolor, las náuseas, la ansiedad y la depresión entre un 40 y un 50%. Otros estudios han reflejado el aumento de la serotonina, que afecta al estado de ánimo y por tanto ayuda a mejorar a nivel psicológico y emocional y transitar el proceso de cáncer. Las profesionales que trabajan habitualmente con personas con cáncer afirman que los beneficios son “increíbles”, basándose en su experiencia.

¿Y qué hay de la idea de que un masaje puede generar metástasis?
“No es cierto que un masaje pueda crear una metástasis”, asegura Montse Espejo de forma categórica. El cáncer nunca se va a extender a otras localizaciones ni se van a dispersar las células. El cáncer es un proceso bioquímico, no mecánico. Y del mismo modo que un masaje no puede extender un cáncer, tampoco cura”. Pero sí puede ser un buen recurso para acompañar o recibir acompañamiento de una forma humanizada, cálida, adaptada y respetuosa.
“Hay que expresar la compasión conectando físicamente con el dolor y el sufrimiento del otro, con habilidad y sabiduría, sin juicio y sin mala intención y hay que ofrecer un espacio donde la paz pueda crecer y el contacto humano pueda consolar”.
Eleanor Oyston

Montse García y Montse Espejo son especialistas en masaje oncológico
@montse.garcia.p
@mespejo5

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