Estitxu Mendizabal lleva 16 años nadando. En este tiempo no ha interrumpido su práctica. Tampoco tras recibir el diagnóstico de cáncer de mama con metástasis ósea hace ahora dos años y medio. Descubrió los beneficios del Yoga Oncológico y ahora combina sus entrenamientos en el agua con la práctica en la esterilla. “Me ha sorprendido lo beneficioso que el yoga es para mí. Ahora forma parte de mis rutinas de autocuidado”.
Su relación con el mar es una historia de amor. “Me gusta nadar por el contacto con el agua. Soy como un pez en el agua”, asegura Estitxu. El bienestar que le reporta el ejercicio físico y el contacto con el mar le motiva a prepararse y participar en distintas travesías a nado en el Cantábrico que para muchos serían un auténtico reto.
Este verano ha participado en tres, una de ellas, la travesía Getaria-Zarautz de 2.850 metros de distancia, la ha completado en 47 minutos, 11 menos que el año pasado.
“Las he disfrutado mucho y las he terminado con muy buenos resultados, mejor que el año pasado. Me he sentido muy satisfecha, primero de poder hacerlas y terminarlas y, segundo, del resultado obtenido”, comenta con una sonrisa en la cara.
La natación ha tenido un papel muy importante a lo largo de su proceso oncológico: “He tenido que adaptarme a las fuerzas que he tenido en cada momento. Suelo nadar entre 2.000 y 3.000 metros, pero ha habido días en los que sólo he podido nadar 500. Cuando me he pasado, me ha tocado frenar y permitir que el cuerpo descanse. Pero nunca he dejado de nadar”.
Beneficios del Yoga Oncológico
Este año ha descubierto el yoga gracias a la recomendación de una amiga y ahora complementa ambas prácticas por los beneficios que le aportan tanto en el plano físico, como en el mental y emocional. “Practicar Yoga Oncológico en grupo me ha permitido conocer a gente en una situación similar a la mía, poder intercambiar opiniones, aprender unas de otras… Además, es muy completo porque se adapta a la situación de cada cuerpo, trabajas con la respiración y, al mismo tiempo, te ayuda a relajarte, te aporta tranquilidad”.
Reconoce que recibir el diagnóstico de metástasis fue un momento “muy duro”, pero la natación y el yoga, además de caminar, quedar con sus amigas o recibir masajes, son rutinas que le ayudan a sentirse mejor. “Mi fórmula es bien sencilla: cada día celebro que estoy aquí y puedo vivir un nuevo día”.
Agradecemos de corazón a Estitxu que haya compartido su historia con nosotras/os. También nos encantaría saber qué actividades te ayudan a ti sentirte mejor. ¿Cuál es tu fórmula para un mayor bienestar?
1 comentario en “ “El yoga y la natación me aportan mucho en mi proceso oncológico”. La historia de Estitxu”
Una persona inigualable, es única, su energía la trasmite siempre en positivo, jamas me cansare de decir lo orgullosa que estoy de conocer a una persona como Estitxu, ella es amiga, es confidente y un gran ser humano, siempre mirando para y por el prójimo, todos deberíamos que conocerle para aprender a ver la vida así… infinita.