Iñurri es una asociación que que se dedica al “acompañamiento, formación y divulgación del cáncer desde una perspectiva feminista y transformadora”. Desde la Red Internacional de Yoga Oncológico, hemos podido conocer su labor y sus reivindicaciones y las de su “tribu”, integrada por personas que han vivido o viven esta enfermedad directamente o de manera muy cercana.
Necesidades invisibilizadas
“Nacemos en 2019 después de darnos cuenta de que no existía un espacio social para tratar el cáncer de una forma normalizada, libre de tabús y empoderadora hacia las personas que lo viven y acompañan. El camino recorrido hasta el momento nos demuestra que estamos cubriendo una serie de necesidades reales, urgentes y demasiado invisibilizadas”.
Así se presentan en su página web, uno de sus canales, aunque también utilizan otros para compartir y brindar apoyo a cerca de 200 mujeres.
Un refugio
Irati Urionaguena es médica reumatóloga y miembro de Iñurri. Su perspectiva nos parece particularmente interesante porque ha estado a los dos lados de la consulta, como profesional y como mujer que ha recibido un diagnóstico de cáncer. Ella cuenta de este modo su proceso de cáncer de mama y lo que esta red de apoyo ha supuesto para ella:
“Iñurri es un refugio, es una familia, porque tienes apoyos de amigas, de familia, pero con otras personas que están pasando por lo mismo es otra cosa. No hay jerarquías, nos ayudamos unas a otras y comprendemos, porque esta enfermedad tiene muchos altibajos, y a veces quieres ver gente y otras no. Estamos ahí. Si alguna está ingresada, nos organizamos las que vivimos más cerca para ir a visitarla”.
Desde la asociación reivindican ”más información y poder decidir sin ser juzgadas” en cuestiones como proceder o no a una reconstrucción después de una mastectomía. “En general hace falta más información sobre la enfermedad, trabajar más aspectos como la gestión de la ansiedad, la conexión cuerpo y mente, la sexualidad durante el cáncer y una adecuada atención ginecológica”. Y, añaden, una comunicación más empática, desde el momento del diagnóstico a los resultados de las pruebas (“a veces te pueden decir las cosas de una forma brutal”). En este punto, entre otros, es donde reafirman su mirada feminista, de cuidado y autocuidado, de respeto y escucha. Como dice Irati: “La vida va de amar y de sanar”.
Desde la RED agradecemos mucho a Irati todo lo que compartió con nosotras. Su valioso testimonio nos llegó de una forma muy profunda.
Si quieres conocer más de cerca esta asociación, puedes visitar su web: https://izaninurri.eus/es/
